EL ESPECTACULAR POZO DE AGUAS CRISTALINAS ESCONDIDO EN LA NATURALEZA Y UBICADO ENTRE PORTUGAL Y GALICIA

Portugal cuenta con numerosos enclaves naturales privilegiados. Uno de ellos se encuentra en la frontera con Galicia y se le conoce como el Pozo Azul de Gerês. Tiene aguas turquesas que recuerdan a las del Caribe y se encuentra en una ubicación recóndita.

Sin embargo, llegar a este lugar no es nada fácil, como indican en el blog Viajar entre viagens. Aunque quizá es por eso por lo que vale la pena. Pero hay que tener en cuenta que, pese a ser un lugar remoto, mucha gente lo conoce ya. Por eso es recomendable comenzar la ruta antes de las 10 de la mañana y evitar aglomeraciones.

Acceder al pozo requiere de una travesía de unas dos horas caminando, por lo que llevar comida y bebida para el trayecto es más que recomendable. La longitud total es de unos 8 kilómetros, aunque se puede hacer un recorrido más largo si se quiere ver más cosas alrededor.

Cómo acceder a este remoto lugar

Como indican desde el blog mencionado anteriormente, lo primero que hay que hacer es aparcar en el Miradouro das Rocas. Aunque quien tenga un coche más adecuado para este tipo de caminos y quiera arriesgar un poco más puede seguir hasta las cascadas de Arado para caminar unos 400 metros menos.

Una vez aparcado, hay que tomar la carretera de la cascada y continuar cerca de 1,2 kilómetros hasta una zona de tierra. A continuación, hay que seguir el camino que sube la montaña hasta llegar al pozo azul. Está señalizado con marcas rojas y amarillas, así que no hay pérdida posible.

Hay que pasar la Fuente de las Letras y continuar 1 kilómetro hasta llegar a una bifurcación. Allí hay que girar a la derecha y, tras 400 metros, se pasa el Curral y la Fuente da Malhadoura. Tras 1 kilómetro de camino más, se deja el Curral dos Portos a la izquierda y un campo agrícola a la derecha.

Hay que continuar recto, sin desviarse, hasta encontrar un cartel en el que pone 'Tribela', ahí habrá que girar a la izquierda y pasar frente a la Casa del Doctor. A partir de ese momento habrá que seguir las marcas blancas y rojas. Una vez atravesado el puente de Servas y subir unos 50 metros por la carretera, hay que girar a la izquierda siguiendo la indicación del pozo y continuar 100 metros.

En la primera curva hay que girar a la izquierda hacia un sendero bastante estrecho y caminar por ahí durante 1 kilómetro. Antes de llegar al pozo hay que cruzar el río Conho y una pequeña cabaña y después llegarás al destino.

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