LAS MEJORES PLAYAS DE PONTEVEDRA

Las playas de Pontevedra conforman una sucesión de paraísos increíbles. Recorremos la provincia gallega de sur a norte entre playas urbanas con todos los servicios y otras salvajes a las que se accede por pistas de tierra. Aquí lo difícil será elegir: mientras unos preferirán nadar y practicar deportes acuáticos en entornos protegidos, otros desearán quitarse el traje de baño en calas escondidas o arenales tranquilos apartados de las miradas indiscretas. Todo bien cerca de puertos marineros en donde probar las delicias que crecen en sus singulares bateas.

OS MUIÑOS (A GUARDA)

Justo en la desembocadura del Miño tenemos la primera muestra de que las playas, tras los grandes y batidos arenales de Portugal, son en Galicia algo diferente. Río y océano dándose la mano, y naturaleza verde y lozana que llega hasta la mismísima arena.

LADEIRA (BAIONA)

Después del espacio más largo sin ninguna playa que veremos en Galicia, ese que va desde A Guarda a Baiona y que para compensar tiene unas vistas y roquedales que ya los quisieran en Irlanda, entramos de lleno en el veraneo duro de la zona de Baiona. La mayor de sus playas tiene unas vistas privilegiadas del Parador y su entorno, y por eso nos chifla.

PLAYA AMÉRICA (NIGRÁN)

Kilómetros de arenal limpio y muy frecuentado en los meses de verano perfectos para practicar la principal afición en las playas gallegas: dar largos paseos por la orilla mientras se reúne el ánimo necesario para introducirse en el agua.

PATOS (PANXÓN)

Grande, batida y con un oleaje que la hace muy frecuentada por surferos y amantes de las olas. De hecho, en ella encontrarás algunas de las mejores escuelas de surf de Pontevedra. Aquellos que prefieran dedicarse a la vida contemplativa podrán estirar la toalla en su arena esponjosa o subir hasta el cercano mirador de Monteferro, desde el que obtener unas vistas panorámicas tanto de la costa como del interior de Galicia.

PLAYA DE SAMIL (NAVIA)

La Santa Mónica de Vigo es una playa llena de restaurantes, hoteles, piscinas, toboganes acuáticos y un sinfín de entretenimientos que la convierte en el plan ideal incluso para quienes odian la playa. Mantiene zonas de pinares a la sombra, chalets de décadas pasadas y luce un paseo kilométrico que en días despejados se vuelve el equivalente a la calle Urzáiz. Hay otras playas de Pontevedra más tranquilas, pero sin duda no tan divertidas como ésta.

NERGA, VIÑO Y BARRA (CANGAS)

Tres playas contiguas que exhiben dunas, bandera azul y costa casi intacta por estar dentro del espacio natural protegido de Cabo Home. Barra además cuenta con el aliciente de ser una de las playas nudistas más antiguas y famosas de Galicia.

MELIDE (CANGAS)

Es este un pequeño arenal ideal para los deportes de viento plantado en medio del espacio natural de Cabo Home, en cuya punta se alza uno de los faros más altos de todo el litoral gallego. Ni una casa en las cercanías, solo pinares, eucaliptos, rocas y las mejores vistas de las islas Cíes posibles. Para empezar a enamorarse de la Costa da Vela.

CASTIÑEIRAS (ALDÁN)

La ría de Aldán es un milagro dentro de la ría de Pontevedra al que nunca estaremos lo suficientemente agradecidos. Playas sucesivas en forma de concha, arena blanca y aguas transparentes rollo caribeño (y a mejor temperatura de lo esperado) que nunca llegan a atestarse de gente. Cada uno tiene su favorita, pero nos quedamos con esta por su restaurante playero.

MENDUIÑA (ALDÁN)

En el otro brazo de la ría de Aldán, nos quedamos con esta playa rocosa y llana por los restaurantes cercanos, lo bien equipada que está y por tener un acceso sencillo adaptado también para discapacitados.

RODAS (ISLAS CÍES)

En 2007 The Guardian la declaró la mejor playa del mundo. El título siempre será discutible, pero su arena blanca y sus aguas transparentes y heladas hacen méritos para merecerlo. El entorno que rodea la playa de Rodas es un espectáculo natural impresionante: a un lado, las colinas cubiertas de vegetación exuberante contrastan con el azul intenso del mar; al otro, el conocido como Lago dos Nenos nos recuerda con su nutrida biodiversidad por qué las Cíes deberían ser declaradas Patrimonio de la Humanidad cuanto antes.

FIGUEIRAS (ISLAS CÍES)

Escribe nuestro colaborador Jorque Guitián en un artículo sobre la playa de Figueiras, en la que se suele practicar nudismo, que la atmósfera en las Cíes sigue siendo la que encontraron los corsarios de Sir Francis Drake cuando instalaron su campamento hace casi 500 años a la sombra de sus árboles. Y no podemos estar más de acuerdo.

ANCORADOURO (BELUSO)

No tiene ningún servicio y el acceso podría ser mejor, pero pasar unas horas en esta playa virgen, pequeña y tranquila de cabo Udra es como pasar unos días en otro mundo. Al otro lado de cabo Udra, Mourisca es una playa un poco más grande y resguardada para cuando sopla el viento.

MELIDE (ISLA DE ONS)

Para llegar a la mejor playa de la isla se impone un paseo a pie de media hora entre el monte, pero este arenal virgen salpicado de rocas merece la pena. Y recuerden, el pulpo de Ons es imprescindible y está a un nivel incluso por encima del de cualquier playa.

AREA DOS CANS (ISLA DE ONS)

Además de por su arena fina y aguas tranquilas, destaca la playa de Area dos Cans por esconder un secreto: una tumba antromórfica tallada en las rocas posiblemente durante la Edad Media, tal como han permitido contextualizar otras estructuras próximas, datadas en la misma época. Expuesta al oleaje del Atlántico, no muestra la sepultura ningún tipo de inscripción, pero la tradición oral habla de que pudieron haber sido depositados en ella los restos mortales de un sacerdote.

LAPAMÁN (BUEU)

Se accede por unas escaleras que según el estado de las rodillas pueden resultar un poco incómodas, pero sus arenas blancas y finas sin parangón merecen todos los crujidos posibles. Únicamente encontramos algunas casas privilegiadas y un buen chiringuito salpicados entre los árboles y las rocas de una de las más tranquilas (aunque concurrida) playas de la zona.

Ver fotos: playas para enamorarse de las Rías Baixas

LOIRA (SEIXO)

Tiene una ligera pendiente y arena un poco más gruesa que otras playas vecinas, pero para nosotros es la playa de pueblo perfecta. Buenos restaurantes cercanos, casas de marineros, ambiente doméstico y el tamaño idóneo le garantizan un lugar en nuestro corazón.

SINÁS (RAXÓ)

La playa pequeña de Raxó se queda a la mitad cuando sube la marea, pero como está más resguardada y lejos del puerto que su hermana mayor y la encontramos tranquila y encantadora, la preferimos a esta.

AREAS GORDAS (SANSENXO)

En la agitada Sanxenxo, esta playa es famosa por su arena blanca, y al ser la ‘grande’ más cercana a Pontevedra se convierte en una de las más visitadas. Tiene hoteles, chiringuitos y casas de veraneo, pero sigue estando aceptablemente conservada.

PAXARIÑAS (SANSENXO)

Frente a playas cercanas más grandes y con mayor facilidad de aparcamiento, como Canelas y Montalvo, nos quedamos con la pequeña y encantadora Paxariñas, entre rocas y acantilados. La emoción de conseguir sitio para dejar el coche es un aliciente más, y el acceso ha mejorado mucho con la instalación de unas escaleras y una reciente rampa.

BASCUAS (NOALLA)

Una de las mejores y más populares playas para practicar nudismo, rodeada de monte, caminos que se ciernen sobre acantilados y campos de cultivo y estupendas vistas de las Cíes, Onceta y Ons. Aislada y de pequeñas dimensiones, es complicado en ella escapar de la sombra cuando cae la tarde, así que te recomendamos acudir mejor por la mañana.

PRAGUEIRA Y MAJOR (NOALLA)

Dos playas contiguas y semisalvajes (hay algunas casas, campings y hoteles, pero permanece razonablemente intacta) que componen uno de los mejores paseos que pueden darse al atardecer con vistas a Ons, que forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, junto con otras islas como Cíes, Sálvora y Cortegada.

A LANZADA (O GROVE)

Probablemente el arenal más conocido de las rías Baixas gracias a su oleaje, su tamaño y su localización en el istmo que une la península de O Grove. Más de dos kilómetros de playa identificada por la capilla románica, las leyendas y los surfistas.

MEXILLOEIRA (O GROVE)

Playa amplia y casi intacta con vistas a uno de los principales atractivos de la ría: el ejército de bateas en formación que nutre los platos de mejillones que pueden (y deben) degustarse en el cercano puerto marinero de O Grove.

CANELAS (SAN VICENTE)

De todas las buenas playas de San Vicente, elegimos esta por estar en el punto exacto entre la tranquilidad y el movimiento. Está rodeada de bosques y es semisalvaje, pero a un corto paseo encontramos el Náutico de San Vicente, con una programación musical que merece un vistazo. El paseo peatonal de madera que nace aquí y recorre la zona de ‘pedras negras’ es otro imprescindible.

CAMPAMENTO (VILANOVA DE AROUSA)

Varias playas casi unidas bordean la zona de Vilanova. Esta tiene árboles que nacen directamente al lado de la arena y le dan sombra y frescura incluso en los días más achicharrantes del verano.

BAMIO (VILAGARCÍA DE AROUSA)

Una playa pequeña y tranquila, bastante metida en la Ría ya (prácticamente es la última de la provincia), que destaca sobre todo por sus vistas del paisaje verde que forma el río Ulla al convertirse en ría, y que es uno de los más sorprendentes e intactos de Galicia.

AREA DE SECADA (ILLA DE AROUSA)

Finalmente, con sus algas, pedernales y pinares, las playas de la Illa en sí probablemente no se puedan comparar a sus vecinas del otro lado de la ría, ya pertenecientes a la provincia de Coruña, pero ningún viaje a las Rías Baixas estaría completo sin visitarla. Sencillamente, no hay nada comparable a recorrerla en bicicleta, a cruzar el puente con la cabeza llena de historias de contrabando y pirateo, a comer en su puerto rodeado de barcos de pesca y definitivamente no hay nada como ver el atardecer en el Faro de Punta Cabalo.

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